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Con satisfacción y orgullo, informamos la entrega de seis respiradores domiciliarios en el Hospital Acosta Ñu, adquiridos mediante un amparo constitucional gestionado e impulsado por la Defensoría del Pueblo. Este logro marca un hito significativo en la defensa de los derechos de pacientes con atrofia muscular espinal (AME), tras dos años de esfuerzo incansable.

Estos dispositivos son mucho más que equipos módicos: transforman vidas. No solo permiten que los niños continúen sus tratamientos desde la seguridad y comodidad de sus hogares, sino que también descongestionan las unidades de terapia intensiva, un recurso crítico en el sistema de salud pública. Cada paciente que recibe el alta médica y regresa a su hogar reduce el riesgo de infecciones y complicaciones inherentes a la hospitalización prolongada en cuidados intensivos.

El impacto económico es igualmente notable. Este avance genera un ahorro aproximado de 1.200 millones de guaraníes por cama de terapia intensiva liberada, optimizando los recursos del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y contribuyendo a un sistema de salud más eficiente y sostenible.

Aún está pendiente la entrega de un último respirador para culminar esta misión, pero el cambio ya es tangible: más niños acceden a servicios vitales, y las familias de pacientes con AME encuentran renovadas razones para mirar al futuro con esperanza.

La Defensoría del Pueblo ratifica su compromiso de construir un sistema de salud humano, accesible y solidario, siempre priorizando la dignidad y bienestar de los más vulnerables.